Trabajar por proyectos conlleva una serie de inconvenientes y dificultades no siempre afrontadas con eficacia y decisión. Estas son, a mi juicio, los más destacables.
1. La ausencia de modelos estables y homogéneos para implementar nuevas prácticas. Es preciso proponer interpretaciones particulares que dependerán de las experiencias personales. Lo que para unos es un inconveniente para otro puede ser un reto.
2. La inmensa mayoría de los docentes optan por una práctica tradicional. ,Esto es un obstáculo para la implantación del modelo AbP. Debemos concienciarnos para avanzar y llegar a acuerdos.
3. Necesitamos desarrollar un proceso de formación del profesorado. Hasta el momento ni los cursos propuestos ni la práctica educativa han demostrado ser capaces, por sí solos, de modificar los planteamientos metodológicos de la mayor parte del profesorado. Para ello necesitamos tiempo, apoyo y motivos para afrontar la tarea. Tiempo porque los cambios no se producen de la noche a la mañana. Apoyo porque en muchos casos las iniciativas son individuales, aisladas y esporádicas. Motivos porque nos enfrentamos a una idea que igual que ilusiona produce un desgaste si no se toman las medidas oportunas.
4. Necesitamos apoyo de agentes externos que ayuden a iniciar el camino y tener a nuestra disposición materiales y recursos. Los docentes tenemos ya una enorme carga de responsabilidades y conviene aliviarla. Todo ello hay que hacerlo sin que suponga una hipoteca en el desarrollo de proyectos propios sin tener que enfrentarnos a abismos de vacío que desaniman a quienes emprenden el proceso.
5. El trabajo por proyectos supone un incremento en el esfuerzo y cierta dificultad (o dificultad significativa). Hay que planificar cuidadosa y rigurosamente, elaborar materiales y recursos no proporcionados, encontrar momentos y espacios para el encuentro y ser capaces de acoger el espíritu de trabajo colaborativo.
6. Como la experiencia nos dice, nos parece apropiado plantear un escenario combinado, en el que no quepa ni el enfoque absolutista (sólo trabajo por proyectos) ni el enfoque maquillador (un ratito trabajamos por proyectos y el resto del tiempo recurrimos a lo clásico).
7. Necesitamos contar con la colaboración de las familias. En muchas ocasiones hay un trabajo fuera del aula para el que se hace necesaria la participación de los padres y madres. Esto es una dificultad añadida para aquellos niños en situaciones familiares y sociales comprometidas. Es preciso, entonces, arbitrar estrategias que palíen esas diferencias con el fin de evitar brechas en el proceso.
8. La organización horaria de los colegios e institutos es un impedimento serio que nos obliga en ocasiones a desistir del desarrollo de un proyecto. Mientras no lleguemos a acuerdos para una distribución horaria flexible, adaptada a la metodología por proyectos, será difícil llevar a cabo nuestra iniciativa.
9. Otro inconveniente es el diseño y distribución espacial de los centros educativos. La existencia de aulas pequeñas, con una distribución de los materiales y del mobiliario inadecuada imposibilita que podamos distribuir al alumnado de manera propicia al desarrollo del AbP. Precisamos de aulas más amplias, con mobiliario específico y conectadas entre sí para poder flexibilizar grupos y realizar agrupamientos adaptados al proyecto.
10. Si trabajamos con contenidos desorganizados y, en ocasiones, repetitivos o no adaptados a la realidad social y educativa tendremos un grave problema. Tenemos que proponer proyectos bien relacionados con las competencias, apostando por aceptar que vivimos en un marco cultural “mosaico”, lejos del clásico enciclopedismo. De este modo evitamos caer en una enseñanza memorística y superficial que no tiene trascendencia más allá del entorno escolar.
Tengo dos hijos, la mayor termino quinto y sexto de la forma tradicional, con sus libros y deberes de vez en caundo, haciendo resumenes de los temas del libro y paso a secundaria con una buena base, y así nos lo hicieron saber los profesores de primero de la ESO.
Y ahora voy con mi hijo que ha hecho quinto y sexto con aprendizaje basado en proyecto, él claro esta
está super feliz con esta forma de trabajo, pero yo como madre no me gusta nada esta forma de aprender, no saben resumir, apenas llevan deberes y cuando llevan son ridículos y cuando tienen exámenes todo lo llevan ya resumido con sus reglas de oro, esfuerzo cero para aprender a leer resumir y preparar su examen, y como tengo donde comparar, mi hijo con esta forma educativa de proyecto se dejan muchiiisimo contenido sin ver, a pueratas de pasar a secundaria.
Yo creo que tiene q haber una balanza entre el antes y el ahora.
Y creo q tener deberes y adquirir constancia en los estudios no es nada malo.
Pues yo soy madre y te digo que los niños creen saber mucho y no saben ni la cuarta parte que antes. No hay orden, método ni material ordenado al que recurrir cuando tienen que repasar. Es opaco y poco efectivo, se baja el nivel y se está echando a perder a una generación a la que se le está haciendo vaga. Y si no, ponte a evaluar a niños del mismo curso y colegios con métodos distintos.
Muchas gracias por tu comentario, María. En efecto, te asiste la razón en lo que escribes. Por eso escribí hace años este artículo en el que trato de reflejar los inconvenientes de esta metodología, que no se aplica en muchos casos con las garantías suficientes, lo que nos lleva al fracaso cuando no a la frustración.
Excelente artículo, soy docente y estamos tratando de aplicar el ABP y es verdad que existen estos inconvenientes
Muchas gracias por tu comentario. Me alegro mucho que te haya resultado de utilidad. Un saludo. 🙂