Hace ya algún tiempo, ni mucho ni poco, que decidí introducir el aprendizaje basado en proyectos (ABP) en la vida de mi alumnado. Sin prisa, pausadamente, midiendo los pasos y con la calma que debe presidir todo proceso educativo he ido ampliando mi experiencia. El curso pasado participé en un curso MOOC sobre esta manera de entender el aprendizaje y una de las tareas que acometí fue la de reflexionar acerca de sus ventajas e inconvenientes.
Hoy traigo a este blog las 17 ventajas que le encuentro al ABP, bien entendido que esta enumeración parte de lo que yo he vivido, leído, aprendido y reflexionado junto a mis compñaeros y que hoy comparto con mis lectores con el sincero ánimo de seguir aprendiendo.
Proponiendo un “Aprendizaje basado en proyectos” (a partir de ahora AbP) conseguimos un alto nivel de motivación y participación. ¿Por qué afirmo esto? ¿Cómo fundamento esta idea inicial que le da sentido a todo el proceso?
1. Porque los alumnos y alumnas toman parte y deciden, pues son agentes activos del proceso.
2. Porque cuando planteamos la necesidad de que el alumnado participe activamente encontramos que es más fácil estimular su intervención cuando partimos de aspectos que están íntimamente relacionados con sus vidas y su mundo. Si abordamos el aprendizaje a partir de situaciones que suscitan interés, que les llevan a interrogarse y preocuparse por las cosas comprobaremos que es más viable conseguir nuestros objetivos.
3. Porque el trabajo por proyectos organiza los contenidos relacionándolos con los contextos y experiencias de los estudiantes.
4. Porque el AbP propone una reorganización de los conocimientos a partir de proyectos o temas que imprimen sentido a la práctica educativa y que están vinculados con el mundo personal del alumnado. Esto permite comprender, explicar e intervenir en la realidad que viven.
5. Porque conseguimos ordenar el saber en torno a intereses específicos de la vida del niño.
6. Porque el trabajo por proyectos nos permite cierta economía de esfuerzo. Ante la aparición de nuevos conocimientos podemos rentabilizar las conexiones entre contenidos que promueve y genera. Evitamos, así, repeticiones y contradicciones que ocurren cuando desde distintas áreas abordamos una misma idea o concepto. Además, podemos tratar algunas temáticas y conocimientos que de otra manera quedarían excluidos por falta de tiempo o espacio curricular.
7. Porque tenemos un currículo sobrecargado que convendría revisar y actualizar, pues el que manejamos solo acepta un acercamiento fragmentario del saber. Sin embargo, el trabajo por proyectos emerge como un proceso capaz de aligerar sin reducir los conocimientos y competencias básicos (clave).
8. Porque para afrontar nuestra propuesta manejamos diferentes fuentes de información que aseguren una diversidad suficiente y plural de datos, algo que es difícil si solo manejamos el libro de texto.
9. Porque el trabajo por proyectos incorpora al aula una gran riqueza de recursos, frente al uso limitado de libros de textos que limitan la posibilidad de la experiencia, simplifican la comprensión y dificultan la integración de aprendizajes.
10. Porque integra el entorno en la experiencia escolar. Confiamos en la importancia de incorporar el medio como fuente de información y, sobre todo, escenario sobre el que podemos intervenir para mejorar. Y todo es más rico si somos capaces de superar las limitaciones de lo próximo y enriquecer el rpoceso con aportaciones que proceden de una información más global.
11. Porque como la experiencia nos dice, el AbP facilita la integración de la diversidad personal y cultural que hoy encontramos en nuestras escuelas. Podemos ofertar oportunidades de aprendizaje y facilitamos que los chicos/as puedan explorar asuntos relacionados con sus experiencias cotidianas. De este modo promovemos que otras perspectivas culturales se incluyan en el aprendizaje para facilitar respuestas distintas a los retos planteados y, por supuesto, pueden convivir diferentes niveles de desarrollo de una forma armoniosa.
12. Porque un proyecto fomenta el hábito democrático en el aula a través de la participación, la deliberación compartida, la colaboración entre iguales siendo cada uno distinto y la inclusión de la diversidad. Así mismo, se compromete con la democracia en el currículum a través de una selección cultural diversa y representativa de todos y democracia en la gestión del Centro, pues invita a la participación de la comunidad.
13. Porque la posibilidad de desarrollar la autonomía profesional es un valor intrínseco al proceso, pues los proyectos son elaborados por los propios participantes que tienen que dar respuestas propias globales, lejos de las que hasta ahora se nos da por parte de los distintos especialistas de manera en ocasiones unilateral y a veces aislada.
14. Porque nos vemos amablemente dirigidos a sentir que el trabajo compartido se convierta en algo casi imprescindible. Es evidente que participar en un proyecto fomenta la relación entre enseñantes, pues difícilmente se puede abordar una experiencia de esta índole sin apoyo, colaboración, cercanía y afecto de otros compañeros. Esta tarea o es cooperativa o no es.
15. Porque favorece el intercambio de experiencias, la formación colaborativa y la necesidad de dar respuesta a múltiples interrogantes hace que la puesta en matrcha de un proyecto suponga un reto que invita al diálogo para encontrar soluciones creativas y constructoras de discursos.
16. Porque un proyecto es una herramienta práctica sobre la que hay reflexionar. Esto es así a través de la investigación en el aula, de la acción y de las decisiones teóricas y prácticas que tratan de dar solución a todos los dilemas que se plantean a lo largo del proceso.
17. Porque se trata de un enfoque metodológico centrado en las preocupaciones de los niños, por lo que estos se involucran de una manera activa en la planificación, presentación y evaluación de una experiencia que se fundamenta en el diálogo para aprender.
– Próximo artículo: 10 inconvenientes del Aprendizaje basado en Proyectos
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