(07/01/2019) Optar por el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) nos presenta algunas dificultades que no nos animan, precisamente, a decidirnos por esta forma de trabajo.
- 1. Es muy difícil encontrar compañeros de viaje. No será fácil que en nuestro entorno haya un ambiente favorable ni conocedor de esta forma de trabajar.
- No todas las administraciones e instituciones educativas apuestan por desarrollar un proceso de formación del profesorado, complejo y costoso. Así, podemos encontrarnos con entornos desmotivados, cansados y escépticos. Evidentementese no es el mejor ambiente para desarrollar una nueva metodología de trabajo.
- No siempre recibimos ayudas externas y, además, estamos sobrecargados de trabajo. Excesiva burocracia, reuniones y urgencias son razones que nos desaniman.
- ¿Más trabajo? ¿Más esfuerzo? ¿Más dificultades? Ahora tengo que planificar, elaborar materiales propios, buscar momentos y espacios para el encuentro y el trabajo en equipo. Ahora tengo que ser capaz de acoger el espíritu de trabajo colaborativo.
5. En ocasiones nos encontramos con compañeros radicales, tanto a favor del uso exclusivo de los proyectos como defensores de una tradición que les aporta seguridad. Clima no muy favorable, desde luego.
6. Para trabajar por proyectos necesitamos la colaboración y complicidad de las familias y eso no siempre es posible.
- La organización horaria de los colegios e institutos, en general, no favorece el desarrollo de un ABP. Es difícil modificar el esquema tradicional y eso es un obstáculo que nos obliga en ocasiones a desistir.
- ¿Y la distribución espacial? Aulas pequeñas, muchos niños, mobiliario mal distribuido e inadecuado para trabajar en equipos y no hay aulas para trabajo en común. Si nos fijamos bien, los centros están diseñados para trabajar y vivir individualmente y no facilitan el contacto y los agrupamientos flexibles. ¡Demasiados inconvenientes!
- Y para acabar, ahora tenemos que saber proponer proyectos bien relacionados con las competencias. O sea, volver a elaborar documentos educativos que se ajusten a la nueva ley de educación. ¡Uf, qué pereza! Y además, sin tener la certeza de que esta ley vaya a perdurar en el tiempo.
Mañana: «10 razones para decirle «SÍ» al Aprendizaje basado en proyectos».