Adivina quién viene esta noche (a cenar) (Crónica de una fiesta no anunciada)

Reunirse con los amigos para tomar una cerveza en los veladores es una de esas benditas rutinas que hace que la vida sea un sorbo que aetece saborear cada tarde. A nosotros nos gusta hacerlo, nos gusta encontrarnos con nuestra gente y, de pso, tener la oportunidad del comentario alegre, el saludo afectuoso o las palabras amables con el vecino de la mesa de al lado que hace lo propio con sus más cercanos.
Aquella tarde de viernes habíamos quedado para una sencilla cena con la cuadrilla, una cena para volver a aprender que pocas cosas merecen la pena más que sentirse próximo a los tuyos y compartir una, seguro, cálida y divertida merendola en el Caracas, para lo que no hacía falta motivo, simplemente querer estar. Y allá fuimos.
Anochecía, y en el camino habíamos podido saludar a varias parejas muy bien vestidas. Pensamos: ”Mira, esos también van de cena, pero debe ser algo especial porque van “mu” arregladicos”. Llegamos al restaurante y no sabemos por qué pero no nos extrañó que las escaleras estuviesen a oscuras, ni que tampoco se viera luz en el comedor. Detrás de la puerta todo estaba como boca de lobo. A nuestra extrañeza se unía que había una especie de silencio como de cementerio del oeste. Sólo faltaba que se oyese el silbido del aire y que una capitana cruzase por la calle mayor del pueblo. Entones fue cuando sentimos que una mano nos empujaba suave pero decididamente y nos invitaba a entrar. Se abrió la puerta, se encendió la luz y allí estabais. Vuestras sonrisas, vuestras voces, vuestras miradas escritas en la complicidad que supisteis mantener en secreto. Y nuestra sorpresa, nuestra incredulidad, nuestra emoción.
Nunca podíamos imaginar que aquella noche íbamos a vivir algo semejante y por eso escribimos esta cartica llena de afecto y sentimiento, para que todo el mundo sepa que si somos capaces de unirnos para noches como esta es porque vuestro corazón es muy grande. Sentid que la recibís todos y cada uno de vosotros, con nombre y alma. Para ti, para vosotros. Ojalá sepamos devolver tanto cariño como nos habéis dado.
Concha y Juan

P.S.: “Adivina quién viene esta noche” (“Guess who’s coming dinner”) es una deliciosa película interpretada por Katherine Hepburn y Spencer Tracy en 1967.

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