La animación a la lectura es un ámbito muy querido en la escuela, en nuestras escuelas. En tiempos en que la innovación impregna nuestros debates , inquietudes y ocupaciones, es preciso escribir que el deseo de mejorar ha sido en todo momento nuestra seña de identidad.
En nuestra memoria quedan propuestas que en su momento significaron un paso más en el camino y que son en muchos casos la explicación de lo que somos.
Traigo hoy a mi blog nuestra Semana de Animación a la Lectura que celebramos en 2004. Era año olímpico y también «Año Europeo de la Educación en el Deporte» y nos pareció que el deporte era un hilo de conducción inmejorable. Además, en pleno tirón de OT, utilizamos una de sus canciones emblemáticas, la Canción del Mundial, para transformar el nombre de nuestro periódico escolar, «El Pispotero», en «El Pispoé-oé-oééé».