Para entender mejor a qué nos referimos cuando hablamos del sentido de la iniciativa y el espíritu emprendedor conviene acordar, primero, qué entendemos por competencias clave.
Cada una de las competencias clave integra tres tipos de conocimiento:
1. un conocimiento de base conceptual, es decir, conceptos, datos, teoría, hechos… al que llamamos «saber».
2. un conocimiento relativo a las destrezas, a las habilidades, tanto físicas como mentales.
3. por último, un conjunto de actitudes y valores que tienen influencia social y cultural, a lo que llamaos «saber ser».