Empieza este post con la sensación de que poner el foco de la realidad educativa en la disyuntiva «deberes, sí, deberes, no» propone un debate superficial e interesado. Una vez más los medios de comunicación marcan las páginas de nuestra agenda. ¿Es así porque es una buena noticia?
Es un tema sobre el que ya he escrito en varias ocasiones: «¿Deberes sí o deberes no?» (marzo, 2015) o «Nuestro plan de ‘deberes’, otra forma de verlo» (abril, 2015). Incluso en el marco de un proyecto del área de Social Science de 4º de Ed. Primaria mis alumnos y alumnas de ese curso protagonizaron el curso pasado un debate (1ª parte y 2ª parte) en el que contrastaron sus opiniones. De todo lo hablado, escrito y escuchado me quedo con estas cuatro ideas. Veamos.
1. En las reuniones con las familias cuando planteamos el tema nos encontramos con quienes rechazan de plano las tareas para casa y también a quienes se quejan porque no solicitamos más «deberes». Y entre el profesorado también se da una gran variedad de pareceres.
2. Por una parte, parece razonable pensar que no es recomendable realizar tareas escolares en casa de modo generalizado y sin tener en cuenta a cada alumno/a individualmente (el café para todos).
3. Por otra parte no nos parece bien despreciar la posibilidad de invitar a nuestros chicos/as a disfrutar de posibilidades de aprendizaje a través de actividades y/o tareas fuera de la escuela.
4. Así pues encontramos una tercera vía a través de las siguientes ideas:
– Sugerimos tareas que acompañen lo vivido en clase: lectura de libros, revistas, películas, documentales, juegos, exposiciones, conciertos. No son tareas para mañana, con urgencia. Siempre damos margen amplio para su disfrute.
– Proponemos actividades escolares graduadas: un nivel uno para todos, un nivel dos para todos con ayuda y un nivel para hacerlas voluntariamente.
– Presentamos las tareas a realizar siempre al principio de la clase y nunca son tareas para mañana, con urgencia, sino que damos un margen amplio para su realización.
Como ejemplo, una muestra de nuestra «Learning route» o «Plan mensual» que proponemos a nuestro alumnado en mi colegio, el CEIP «Catalina de Aragón», de Zaragoza.