Hace algunos días varios colegios aragoneses celebraron un proceso de organización de tiempos escolares. Algunos de ellos, entre los que se encuentra mi querido «El Justicia de Aragón», de Alcorisa, acordaron un nuevo modelo de escuela que tiene mucho de compromiso y acuerdo.
A todas esas escuelas que estos días han recibido el afecto y apoyo de las familias, felicidades y alegría compartida. Y a esas otras escuelas que han visto truncado un sueño que deberá esperar a ser mejor comprendido, mi ánimo y apoyo incondicional.
Y ahora nos toca a nosotros. Mi colegio, el Catalina de Aragón, vivirá esta semana la celebración del proceso, el refrendo a la propuesta didáctica, organizativa y metodológica que con tanto cariño y cuidado hemos elaborado. Este vídeo es una invitación a la participación y al esfuerzo común. Ojalá el viaje sea largo y venturoso.
We’ll never walk alone from Catherine of Aragon on Vimeo.
Texto
Hace algunos días varios colegios aragoneses han tenido la ocasión de decidir una nueva organización de los tiempos escolares. La jornada escolar tendrá otra cara, las actividades tendrán lugar en otros momentos y los proyectos tendrán otras posibilidades para ser desarrollados.
Ahora nos toca a nosotros.
Los que esperamos que nazca la luz.
Los que creemos en creer cada día.
Los que sabemos que nunca caminaremos solos.
Llega la voz joven de este colegio
que nació bajo el sol de su gente
y a su lado quiere crecer.
Con ella compartimos nuestra ilusión,
nuestro plan de aventuras soñadas.
Es como un mapa de sonrisas a rayas,
un continente lejos de la deriva
de las aguas de lapicero.
Y en cada meridiano de lecciones encantadas
hallamos al contorsionista de las palabras
que cada maestro llevamos en el alma.
Cada acento cosido a la tiza
Cada punto y seguido de cuadernos caricia,
Cada tabla de multiacordar futuros,
Cada oración de sujetos anchos,
Cada verso de predicados contentos
Contiene la misma idea que explosiona como un confeti alborotado:
Nosotros nunca caminaremos solos.
No hará falta caminar a través de la tormenta,
Porque no hay rayos en el paisaje.
No hay temor a la oscuridad
Porque en nuestra ley solo hay luz y claridad.
Y en el cielo dorado de nuestro horizonte
Está esculpida la melodiosa canción que escribió el poeta.
Ahora nos toca a nosotros.
Somos la joven comunidad de nombre real,
la comunidad que luce Catalina y se ofrece a los suyos
porque sabemos que
nosotros nunca caminaremos solos.
Guardaremos la esperanza en nuestro corazón
como el bajel piñata
de bravura encendida
y deseo compartido con quien siempre
caminará a nuestro lado.
Nunca caminaremos solos.
Vosotros, familias de escuela unida,
estaréis con nosotros, como siempre.
Si nos dais vuestra confianza
os la devolveremos en forma de
esfuerzo, compromiso y trabajo.
Este acuerdo firmado con letras de confianza
nos lleva una vez más a decir en voz alta
que la educación es una manera de estar en el mundo
que merece la pena ser vivida.
Y si es en comunidad solo nos queda
escribir el futuro
con bolígrafos de certeza y luz.