El ministro Wert, ley y arena.
Corren malos tiempos para la comunicación. Y para el entendimieno. Nuestro ministro de Educación ha vuelto a ser protagonista en los medios de comunicación y eso es lo peor que le puede ocurrir a un responsable cultural y educativo. Aquí se podría aplicar la máxima arbitral: si el colegiado del partido consigue pasar desapercibido eso querrá