Un verano atípico (Heraldo Escolar)

(Este artículo me ha sido publicado en Heraldo Escolar con fecha 23 de Septiembre de 2015).

Lo escribió Carmelo Marcén: ha sido un verano jugoso y fértil. De la mano del cambio las noticias sobre educación han sido protagonistas y la prensa, espejo del debate. Como el que nos ofreció Heraldo el 19 de julio. Seis personas comprometidas con el hecho escolar hablaron en estas páginas sobre “los pilares para una educación de nivel”. Aquí quedaron sus opiniones y con ellos aprendimos que hay futuros que merecen ser vividos.

Hoy nos acercamos a esta pizarra que se llama “A debate…”. Nos sumamos así esa mesa en la que había muchos temas que tratar. En ella proponemos que la formación del profesorado redunde en el centro en el que el docente trabaja. En ella constatamos que la innovación educativa alcanza todo su valor cuando se produce en comunidad, lejos del “yo”. Y que si muchas veces nace y crece en el medio rural es porque en él se da un alto nivel de compromiso social por parte del profesorado. También consideramos el papel beneficioso de las TIC siempre que se den las tres “C”: creer en su utilidad, comprometernos en su uso y ser competentes en su manejo. Consideramos, así, que afrontar la atención a la diversidad es apostar por equipos que construyen una escuela que sea un momento y un espacio flexible que se adapte al alumno.

un_verano_atipicoEl bilingüismo fue tema de anchura y sobre él decimos que tiene que ser parte de un proyecto de centro, de comunidad. Eso conlleva profundidad, reflexión, formación y compromiso. Y mucho trabajo. Y amor. Para que el alumnado sienta cómo la ilusión se sienta cada mañana a su lado y le acompaña en este viaje cuyo origen y punto de llegada es, siempre, yo, tú, nosotros.

Y la LOMCE, esa ley que no enamora, esa ley que ha descosido las costuras de la
comunidad educativa. Los participantes grabaron la palabra “pacto” en las últimas líneas y apostaron por el acuerdo. Nadie se atreve a decir cómo lograrlo, pero aquí sí podemos decir, con estándares o sin estandartes, que la sociedad española arrastra una mala calificación en eso de negociar una ley de todos. ¿Verano, pues, atípico? Verano vivo.

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