(Este texto pertenece el artículo «La escuela del futuro nace en la sociedad de hoy», que publiqué en la Revista Fórum Aragón, nº 19, en noviembre de 2016)
El primero de los aspectos es acordar hacia qué sociedad nos queremos dirigir, qué adjetivos la van a identificar y con qué herramientas vamos a afrontar esa tarea de definición. En todo caso, para “modernizar” la escuela, para actualizar el método educativo, cualquier innovación se deberá llevar a cabo en comunidad y los proyectos que nazcan y crezcan lo harán en el seno de un ámbito común porque impregnan a todos los sectores y dependen del plural, no del singular.
Así mismo, la pluralidad y la diversidad son constructoras de escuela y con ellas convivimos en nuestro día a día. Por consiguiente consideramos necesario llegar a un pacto sin necesidad de deshonrar un pasado hecho a base de compromiso y generosidad, con errores y aciertos. Pacto sin miedo al viento renovador que asoma por las esquinas de la sociedad a la que servimos.