A dos años del último abrazo de Juan Perpiñá.
Hoy, Juan, el día ha amanecido gris y dormido. Hoy, Juan, cumpleaños de tu adiós, he temido que no naciese el sol, pero qué alegría volver a recibirlo cuando más lo necesitamos. La tarde otoñal, cálida y azul en tu cielo, en ese que vives desde entonces, nos ha llegado como un regalo, perfecto, abierto,