Bienvenidos a la escuela. Acabo de cumplir mi trigésimo primer aniversario como maestro en la escuela pública. Treinta y un años dedicados a aprender qué es eso de aprender en un camino que he recorrido junto a personas que quiero y que me quieren. Treinta y un años desde aquel 1 de septiembre de 1985 en que amanecí en Calahorra (La Rioja) para cumplir un sueño que aún vive en mí.
Disfruto con esta vida. Inicio cada día con el deseo de servir y dar lo mejor de mí y en ese viaje tengo una maleta que me gusta abrir para compartir con mis compañeros lo que tengo. No es mucho ni poco, pero es de todos. Como me lo enseñaron quienes me acogieron con afecto y cuidado aquel lejano/cercano mes de septiembre del 91 Alcorisa, los que ya son mis amigos para siempre y cuya enseñanza me ha acompañado a lo largo de todos estos años. Como de quienes sigo aprendiendo desde 2012 en mi colegio zaragozano, el Catalina de Aragón, donde puedo contar afectos y sonrisas de complicidad porque hemos vivido mucha vida en tan poco tiempo y que será donde cierre la carpeta de mi vida escolar. Lugar mágico, por tanto.
Acoger, acompañar, mostrar, interesarnos por los demás. Hacer que la vida sea más fácil, ofrecer y ofrecerse. Transmitir calma, seguridad. Estar disponible y creer que esta forma de estar en el mundo nos lleva a ser cómplices. Siendo viajeros en el mismo tiempo, no competidores en paisajes diferentes. Y con verdad.
Felicidades Juan por tu trayectoria como maestro. La escuela pública necesita docentes como tú. Con ilusión, compromiso e iniciativa. Y no entro a valorar tu capacidad de liderazgo y de trabajo en equipo. Aún te queda mucho por aportar.
Gracias por todo lo que aprendí contigo y con tu equipo en Alcorisa. No olvidaré nunca el trato que recibí y vuestra respuesta ante mis propuestas.