(Publicado en Heraldo escolar el 21 de octubre de 2015)
El proverbio africano que dice que “para educar a un niño hace falta la tribu entera” se ha instalado en el consciente colectivo de nuestra sociedad, gracias en parte a José Antonio Marina. El filósofo la ha utilizado con frecuencia para expresar que todos somos responsables de la educación de los niños que viven en nuestro grupo social y «cada uno desde su puesto en la sociedad debe retomar su papel y enseñar a vivir».
Podemos llegar al acuerdo de que en esta apasionante aventura que es educar hay muchos actores y todos tienen, tenemos un papel protagonista. El profesorado, porque respira el viento a favor de su vocación y su compromiso. Las familias, porque viven bajo el impulso del amor a sus hijos e hijas, lo más sagrado de sus vidas. La administración, porque aporta la responsabilidad de garantizar la igualdad de oportunidades para todos y propiciar el encuentro fértil y constructor. La sociedad, porque contribuye al bien común cuando comprende que cada decisión que toma la comunidad se convierte en un factor educativo.
Y el alumnado, porque su voz y su mirada se convierten en herramientas de aprendizaje común y crecimiento compartido. El último ejemplo, la última coma de una larga lista de iniciativas sobresalientes, el del IES “Parque Goya”, de Zaragoza, que nos muestra y demuestra que su proyecto “Ciberayudantes” fundamenta el éxito precisamente en la participación e implicación de los escolares. “Cualquier iniciativa que no cuente con los alumnos fracasará”, nos dice Antonio Martínez, su director. Y así en todo.
Quienes hemos tenido y tenemos la fortuna de formar parte de comunidades educativas que todos sentíamos como algo propio sabemos que “la tribu” es algo más que un concepto. Cuando la escuela es la referencia social todas las ventanas se abren, sobre todo si cada centro consigue construir un proyecto propio querido por todos. Esa es una de las claves. Considerar que la educación o es “nosotros” o no es nos ayuda a comprender hasta qué punto estamos hablando de la verdadera casa común del futuro.