El 26 de enero de 1994 se celebró por primera vez el Día de la Paz en Alcorisa. Se celebra hoy, pues, la 30ª edición. Aquella tarde invernal Alcorisa invitó al sol de invierno a disfrutar de un acto que entonces imaginamos mágico y soñamos eterno. El cielo, azul luminoso, se encargó de recibir la alegría con que dibujamos el primer Día de la Paz. Fue el fruto de la ilusión de una comunidad educativa. Fue el trabajo común la herramienta necesaria para hacer de nuestro presente la llave que abre el futuro.
En la página 22 del nº 32 de BALCEI, Salvador Berlanga relató las vicisitudes de todo el proceso. Recuerdo las semanas previas en las que una comisión mixta de profesorado del Colegio y del CRIET (aún no teníamos Instituto en Alcorisa) preparó una cuidada programación de actividades. Me gustó proponer un lema para ocasión: “¿Eres caPAZ?”, un divertimento, una posibilidad de jugar con las palabras. Una forma recrear un momento que con el tiempo ya forma parte de nuestras vidas.
Aquella tarde, decía, se estrenó la deliciosa canción que desde entonces se ha convertido en el verso cosido a la conciencia de todo un pueblo. “Nadie se quede atrás” tiene una melodía compuesta por Rainer Heusmann que no hay alcorisano que no sepa tararear. Y tiene una letra escrita por Ramiro Garzarán y Salvador Berlanga que todos recitamos de memoria con una sonrisa en el alma.
Fue un acontecimiento digno de recordar. Casi 600 escolares abarrotaron la Plaza de los Arcos. Los días previos habíamos ensayado la dulce canción en las pistas del colegio y dispusimos todo para el encuentro.
Eran las cuatro de la tarde. Recuerdo la luz de la plaza, la música envolviendo el aire, las sonrisas nerviosas de los chicos y chicas, las miradas cómplices de los padres y madres que nos acompañaban. Recuerdo a Silvia Ainaga y Juan Ramón Navarro, alumnos del colegio, leyendo el texto que escribí para la ocasión, “¿Eres caPAZ?”, y siento la emoción al oír sus voces recorrer las palabras que soñé. Y recuerdo el recuerdo.
Las autoridades que nos visitaron y los vecinos de Alcorisa que allí se congregaron se dejaron envolver por las voces blancas de los escolares. Dirigió el canto Fernando Albero y el espíritu de la canción impregnó los centenarios pilares de los arcos de la plaza. Cada nota, cada verso, cada sonrisa sirvió para escribir los primeros párrafos de una historia que hoy ha cumplido 25 años y que no deja de abrir caminos a la paz, veredas a la concordia, senderos a la solidaridad.
Traigo aquí el vídeo que grabé desde el balcón del ayuntamiento. Traigo las imágenes y los sonidos de aquella primera vez. Traigo el mensaje de que fuimos capaces de reunir el corazón de una comunidad en torno a una idea que nació briosa y que año tras año nos permite reunirnos como comunidad. Así es como mostramos al mundo y a nosotros mismos que cada día es una vida que merece ser amada.