“Doscientas veintitrés almas ocupaban sorprendidas sus asientos cuando las Musas hicieron su aparición”. Una mano y un corazón libres escribieron estas palabras en la web del IES “J. M. Blecua” para reflejar en el agua de la belleza la luz de la palabra. Voces fuertes por jóvenes que embrujaron las paredes de la Sala Venecia.
Esa mañana recibimos un regalo inolvidable. Se abrió el telón y el equipo de Artes Escénicas “Made in Blecua” agitó cielo y tierra, aire y mar para sacudir nuestras conciencias e invitarnos a la acción social por el planeta. Después voces cristalinas cosieron la invocación con hilo de oro (“¡Venid, musas, venid ahora a iluminarnos! ¡Apareceos en esta sáfica morada!”) para engarzar la sultana interpretación del lorquiano ”Romance de la luna luna”.
Para evitar que las palabras se borrasen como la arena bajo una ola tres alumnas construyeron diálogos de rima libre y abrieron las ventanas de la poesía para que tres poetas consagrados y diez neófitos deslumbrantes despertasen la admiración de los asistentes. Y la música, energía infinita.
Me invitaron a hablar y compartí con aquel auditorio de futuro las palabras de Whitman: “No dejéis de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo”. Y las de Luis García Montero: “La poesía, además de una vocación, es la manera que tengo para relacionarme con la vida”. Y las de John Keating: “Leemos y escribimos poesía porque pertenecemos a la raza humana. Y la raza humana está llena de pasión”. La poesía, ese viento suficiente.