“Fue en ese cine, ¿te acuerdas?”. Este verso de Luis Eduardo Aute me ayuda a firmar en el libro de los recuerdos para encender la vela del décimo aniversario. Diez años hace que se celebró la V (y última) Edición de Maestrazgo / Territorio Imagen, una bonita iniciativa que cerró sus puertas aquel otoño de 2003 después de haber intentado construir en Alcorisa un edificio cinematográfico digno de nuestra vocación y tradición cinéfila.
Maestrazgo Imagen nació en la Semana Cultural de 1999, el día que se proyectó en una abarrotada Sala Alcor 82 “La niña de mis ojos”, la película de Trueba que la noche anterior había obtenido el Goya a la Mejor Película. En el preámbulo pudimos ver “Calvos anónimos”, el cortometraje de Julián Martín y Ángel Gonzalvo que tuve el gusto de presentar, y con los que conversé en el escenario. Fue en ese momento cuando lanzamos la idea al pueblo y a sus gobernantes: ¿por qué no un certamen de cortometrajes aragoneses en Alcorisa? Es más, ¿qué mejor lugar que nuestro pueblo para acoger un acontecimiento de semejante perfil?
Es justo decir que desde el primer momento la idea fue muy bien acogida por Pepe Azuara en concreto y el ayuntamiento en general y desde ese mismo instante nos pusimos a trabajar en ella. Contábamos con una sociedad entusiasta y amante del cine, unas instalaciones magníficas (léase el artículo “Amalgama de sentidos” publicado en BALCEI, nº 67) y unos excelentes compañeros de viaje, pues mi relación con Julián Martin nos abría las puertas de la Asamblea de Cineastas Aragoneses, organismo clave en el desarrollo del cine en Aragón, con lo que contaríamos sin duda con su inestimable apoyo y aliento para iniciar y desarrollar esta hermosa aventura.
Sería muy interesante recrear lo que aquellos cinco años supusieron para Alcorisa y para aquel grupo de entusiastas que emprendimos el camino del certamen, pero esa tarea tendrá que esperar otro momento. Conocer a mucha gente estupenda, relacionarnos con otros festivales aragoneses hoy ya plenamente consolidados y entonces recién nacidos y que dieron lugar a lo que se llamó Eje de Festivales de Cine, lograr que lo mejor del cine aragonés nos visitase y llevar a cabo iniciativas creativas como el Rally Audiovisual y la Beca de Estudios Audiovisuales “Maestrazgo Imagen” fueron regalos que nos proporcionó Maestrazgo / Territorio Imagen (MTI) y en cada una de esas propuestas iba implícito el afecto de tanta gente que vivió de cerca el proyecto.
En esta historia tuvo especial protagonismo el Ayuntamiento de Alcorisa, tanto con Pepe Azuara como luego con Ricardo Sesé, y también fue clave el compromiso del CDMT, con Javier Díaz a la cabeza. Mientras duró, MTI fue una apuesta por la cultura y el compromiso por nuestros pueblos, pues algo que distinguió al certamen fue que cada año contó con dos sedes, siendo Alcorisa siempre una de ellas. Molinos, Castellote, Fuentescalientes y Mas de las Matas en las dos últimas ediciones fueron la otra cara de la luna, logrando que cada año la realidad cinematográfica llegase a nuestros pueblos y, además y esto fue muy importante, también nuestros cineastas nos visitasen. Directores y actores y actrices jóvenes que, en algunos casos han visto cumplidos sus sueños de trabajar en este mundo de forma profesional y que entonces apenas asomaban su mejilla creativa por nuestras calles y nuestros paisajes.
Vivimos una primera edición cuya jornada inaugural fue cálida y de calidad, con la presencia de cineastas, representantes de otros festivales, la presentación de aquella magnífica obra escultórica que se llamó “El sol del Maestrazgo”. Presentamos el certamen en Zaragoza, en Alcañiz, en Andorra. Logramos la atención de los medios, en un momento en que aún no contábamos con una televisión autonómica pero sí con sendas televisiones comarcales, una de las cuales, La Comarca TeVe, se volcó en dos ediciones, llegando a contar incluso con la presencia de Camino Ibarz y Alberto Librado para la presentación de una de las galas. Desarrollamos dos ediciones de la Beca Audiovisual, con la elaboración final de dos extraordinarios productos: “La cerámica en el Maestrazgo”, de Cristina Palacín y José Manuel Fandos, y “La vida en las estepas del Maestrazgo”, de José Manuel Herráiz y Pablo Lozano. Celebramos hasta cinco ediciones de una experiencia inédita en el panorama aragonés como era el Rally Audiovisual, una divertida iniciativa que consistía en grabar en nuestros paisajes durante varias horas y editar posteriormente en un tiempo récord el producto que al final debía tener una duración de un minuto. De estos rallies salieron productos magníficos fruto de la imaginación y el talento de realizadores foráneos y también locales que hicieron las delicias de los espectadores de la Muestra y entre los que recordamos con especial afecto a Jesús Burriel, que ganó el III Rally Audiovisual con su trabajo “Con los pies en el suelo”, quien recientemente cerró la claqueta de la vida y cuya memoria hoy honramos.
Todo relato tiene sus protagonistas, sus escenarios y su trama. En nuestro caso me gustaría recordar la gran aportación de varios amigos que entonces lo fueron y hoy siguen vivos en las veredas de la memoria. El ya citado Julián Martín, siempre atento a satisfacer nuestras necesidades y orientarnos en todas y cada una de las iniciativas que aparecían, a veces como por ensalmo, encima de la mesa de la organización. Roberto Sánchez, crítico cinematográfico y estudioso del séptimo arte, que con su presencia le dio al certamen el barniz de su sabiduría. Ramón Moliner, que nos proporcionó todo su saber tecnológico en un momento en que la informática nos daba soluciones pero también nos regalaba dificultades. José Francisco Casabona, quien en las primeras ediciones fue un sillar esencial en el edificio de la organización. José Ángel Delgado, director y presidente de la ACA, con cuyo ánimo y aportación siempre contamos. José Manuel Herráiz, que nos visitó una vez y luego se quedó entre nosotros para desarrollar más de un proyecto en nuestra tierra. Y José Antonio Aguilar, director de la Semana del Cine y de la Imagen de Fuentes, que siempre nos acompañó siempre que los requerimos y que aún sigue en el sendero de la ilusión, como lo demuestra la celebración de la XVIII Edición del certamen y a quien pude abrazar y con quien pude charlar hace escasas fechas en la presentación de la misma.
A todos ellos los menciono porque nos vemos poco aunque nos hablemos y nos digamos por las redes. A los demás, a los que estuvieron siempre, siempre ahí, muy cerca y muy queridos, me gusta decirles las cosas en privado, aunque ya sabe todo el mundo quiénes son. ¿Verdad Antonio, Conchita, Ángel, Concha, Alejandro? Vuestro entusiasmo y presencia no tienen valor. Siempre.
Esto, ya digo, no es más que un sencillo pero muy emocionado homenaje a aquello que llamamos Maestrazgo / Territorio Imagen, que tuvo principio y fin y que en medio dispuso de un buen puñado de latidos que nos ayudaron a crecer como personas y que colaboraron no poco en la construcción de este bellísimo edifico cultural que se llama Alcorisa. Y sin olvidar la excepcional colaboración que se llevó a cabo a finales de 2003 y principios de 2004 entre MTI y el CELA y que dio como fruto un delicioso documental sobre la historia del cine en Alcorisa. Pero, eso, amable lector, será tratado en una próxima entrega. O, como dijo Scarlett O’Hara: “After all, tomorrow is another day (Después de todo, mañana será otro día)” Por hoy, nos queda desearle una larga vida a la memoria de Maestrazgo Imagen.