Evangeline Lilly es canadiense. Y guapa, muy guapa. Ha llegado a cierto nivel star gracias a su participación en «Perdidos», donde era Kate Austen. Y verla en las revistas un día sí otro quizás me abrió el apetito mitomaníaco y me empujó a las praderas de «quierosaberdóndeestás», en las que conseguí averiguar que pronto, después de una temporadita sin noticias suyas, podremos disfrutar de su presencia en dos películas en las que acompañará a sendos actores guapetones y bien puestos para proponernos dos relatos bien diferentes, aunque jugosos por igual.
En una de ellas trabaja junto a Hugh Jackman, en una historia que lleva por título «Acero puro». Un relato en el que los robots se dedican a boxear pero cuyo personaje femenino la conmovió, a tal punto que no se resistió y aceptó el papel. En la segunda, «Premonición», su partenaire es Romain Duris y junto a él vive una narración en la que ella es la esposa de un tipo que experimenta fenómenos extraños.
¿Son buenas estas dos películas? Nadie lo sabe. Aún están por estrenar y por ello no las hemos disfrutado todavía. Pero una cosa es segura: Evangeline, además de un precioso nombre, es ahora actriz apetecida. Por eso Peter Jackson la ha contratado para su serie sobre «El Hobbit», que ahora mismo se está rodando. Y es que tiene dos ojos que te comen el alma y a estas horas de la vida apetece ser engullido por una mirada así.