Los profesores hablan (Heraldo Escolar).

(Publicado en Heraldo Escolar el 8 de octubre de 2014)

   Parece un poema al revés. “Los profesores hablan” es un verso dirigido a una sociedad que escucha poco y vive de espaldas a la palabra de unos profesionales que lo somos porque aún creemos en la vocación y en nosotros mismos. ¿Los profesores hablamos? En realidad, no. O muy poco. Quizás porque nos han puesto entre la dificultad y la necedad. Porque las pocas frases que nos quedan las gastamos en tratar de impedir que cada día seamos menos. Porque tratamos de evitar que nuestras escuelas se mueran de hambre de amor y que se nos lleve por delante este sistema educativo epidérmico y superficial que hoy mira a la izquierda, mañana a la derecha pero nunca a los ojos de la gente.

hablarCuando hablamos contamos que nos gustaría un sistema de acceso a la carrera que valorase también valores. Queremos decir que algunos creemos en otra distribución de los tiempos, otra organización de los espacios y un nuevo diseño de los equipos didácticos. Deseamos hablar de que nos parece muy necesario que los equipos directivos lo sean porque quieren, saben y pueden. Y pretendemos que se nos crea cuando nos referimos a las familias como esos cómplices incondicionales cuyo apoyo tanto bien nos hace. ¡Ah! Y que confíen en nosotros. Por eso hablamos de lo necesario que es que nos conozcan de verdad, que sepan cómo somos y por qué somos. Y, muy importante: con quién somos. Que hace falta más verdad y menos titulares de prensa, de la que la escuela es muchas veces presa.

¿Los profesores hablamos poco?. Será que se nos ha gastado la voz de tanto usarla para explicarle a la sociedad que necesitamos más apoyo. Que hacen falta más recursos y más confianza y para que se sepa que a la escuela le sobra doctrina, vaivenes legislativos y juicios superficiales. Pero también es preciso que seamos mensajeros de nuestra vida. Que compartamos nuestro trabajo, opiniones e ideas a través de artículos, blogs, publicaciones. La sociedad tiene que conocernos y eso depende de nosotros, de ti y de mí. Es nuestra asignatura pendiente.

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