Por lo que hemos sido. Por lo que somos. Por lo que seremos. Por todo ello cierro por vacaciones este espacio libre y acogedor mientras renuevo mi fe en la transformación de la educación. Me apoyo en el estudio y hoy sigo las enseñanzas de Renato Opertti, cercano al compromiso con el progreso.
Habla Opertti de seis visiones. La primera, una educación “sustentada en visiones de sociedad”, con “un soporte claro en los valores sociales”. La segunda, una educación apoyada en visiones holísticas, con la formación integral de la persona y su bienestar emocional como claves de todo aprendizaje.
La tercera se sustenta en una visión sistémica, superando interpretaciones limitadoras, con un currículo apoyado en conceptos y contenidos esenciales. La cuarta sitúa al alumnado en el centro de nuestra acción, entendiendo su
singularidad como persona, integrando cerebro, mente y cuerpo y desarrollando acciones personalizadas que se ajusten a sus necesidades.
La quinta sustenta la educación en visiones comprehensivas del currículo con una interacción dinámica e interconectada: profesorado, alumnado, aula, directivos y demás actores educativos. Y la sexta, una educación sustentada en los educadores: repensar sus perfiles, roles, formación y desarrollo profesional, logrando que se sientan apreciados, empoderados, estimulados y apoyados.
Firmo las seis, con sus puntos y comas, pero también con sus párrafos abiertos a la contribución común. Hay luz.