
Alejandría llegó a ser una ciudad cosmopolita pero acabó cayendo al abismo del sectarismo. La que llegó a ser la sociedad más abierta fue presa de la irracionalidad y abrazó la idea de que discrepar es herejía y solo existe una verdad. Llegó un momento en que la inteligencia se convirtió en una virtud sospechosa y los poderosos se incomodaron Leer más…